Una noche tranquila en Madrid, mientras buscaba algo para distraerme, encontré
billionaire spin. No esperaba gran cosa, pero terminé más tiempo del que pensaba. Me gustó que todo es rápido, sin interrupciones ni anuncios pesados. Al principio perdí un poco, pero luego vino una racha buena que me levantó el ánimo. En España, después de un día largo, estas pequeñas victorias saben mejor que un café doble.